El núcleo de la sociedad romana era la familia. El pueblo estaba formado por clanes familiares, cada unos se llamaba gens, eran descendientes del mismo pater dio paso a la familia.
La familia romana era una unidad civil y religiosa sometidas a la autoridad del pater familias: la madre, los hijos y los esclavos, a los pater fammilias, al que llamaban dominus,era también el sacerdote del culto familiar y presidía las ceremonias religiosas o sacra privata, en honor de los dioses de hogar.
La esposa, domina, gozaba de un lugar privilegiado en la casa y en la ciudad. Para que un matrimonio fuera válido, era necesario, entre otros requisitos, poseer elius connubii o derecho de matrimonio.
El matrimonio romano tenía una serie de rituales. Así, al matrimonio le precedía el compromiso de las nupcias o bodas, llamado sponsales, de donde les venía a los prometidos el nombre de sponsus y sponsa.
Lo normal era que la esposa abandonara el culto de su familia y la autoridad de su padre y pasara a la autoridad del marido: éste era el matrimonio cum manu, que tenía tres modalidades:
· Confarreatio,ceremonia del matrimonio religioso en la que los esposos compartían la torta de trigo o panis farreus.
· Coemptio, matrimonio civil que consistía en la “compra” de la mujer por parte del marido en presencia de testigos.
· Usus, o matrimonio por cohabitación de la pareja durante un año, sin interrupción de tres noches seguidas.
La novia vestida con una túnica blanca, velo amarillo y corona, y acompañada en todo momento de una madrina llamada pronuba, firmaba junto con el novio el contrato matrimonial o tabulae nuptiales en presencia de diez testigos y pronunciaba la fórmula Ubi tu Gaius, ego Gaia: entonces la madrina unía las manos de los contrayentes como símbolo de fidelidad, Después se celebraba una cena nupcial en casa de la novia con la participación de todos los invitados.
El acto de mayor emoción para la esposa era la deductio o rapto de la novia que se echaba llorando en los brazos de su madre, de los que el novio finfía arrancarla violentamente. Entonces se iniciaba el traslado de la novia a su nuevo hogar.
La procreación de los hijos es el fin del matrimonio, pero al pater familias no está obligado a aceptar a todos los hijos que vengan. Al nacer se depositaba al niño a los pies del padre. Si éste lo levantaba públicamente en un acto simbólico que se llamaba tollere, el niño quedaba admitido en la familia, pero también podía repudiarlo y en este caso el niño quedaba excluido de la casa o domus y podía morir o ser vendido como esclavo,
Después de ser reconocido , el niño es purificado (lustratus), se le impone nombre y se inscribe en el censo de los ciudadanos. Si se trataba de un varón, el nombre constaba de tres elementos:
· Praenomen, que era el nombre personal
· Nomen, que era el apellido o nombre de la familia.
· Cognomen, que era un sobrenombre y tenía su origen en un apodo relacionado con un defecto físico.
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